Hoy quiero compartir una receta de paté casero. La aprendí en el primer restaurante donde trabajé, y luego fui haciendo mi propia versión.
Todo el tiempo estamos teniendo
cumpleaños, reuniones con amigos, picadas... Y que solemos poner en
la mesa? Infinidad de productos industrializados:
Papas chips
maní frito
salamín
polakitos
cheezitos
Y mil otros paquetitos, llenos de sal,
azúcar, grasas trans, colorantes, saborizantes, aromatizantes,
conservantes, y vacíos de vitaminas, fibra, minerales, proteína...
Probá algo distinto
Te dan ganas de salir de lo mismo de
siempre, de comer algo casero y de paso llevarte algún aplauso por
tu receta?
Pues aquí te comparto paso a paso como
hacer un paté casero de hígado de pollo. (No pongas esa cara, a mi
nunca me gustó el hígado, y en este momento sería incapaz de
comerme un bife. Pero te prometo que esto es delicioso) No porque lo
diga yo; lo dicen todos lo que lo prueban.
Además, estarás comiendo menos de
todo aquello contenido en los “paquetitos” que mencionaba y en
cambio haciendo un pequeño aporte de vitamina A, proteína y hierro.
Y lo mejor: el placer de haberlo hecho
tú.
Yo lo hago generalmente en las
proporciones que te voy a decir, y lo fracciono inmediatamente en
recipientes chicos. Separo lo que voy a usar y congelo el resto. Lo
guardo hasta 3 meses en el freezer, y no más de una semana en la
heladera.
Para descongelarlos, los paso a la
heladera la noche anterior a ser usado, o le doy unos pocos segundos
de microondas un rato antes de servirlo si me olvidé de
descongelarlo antes en la heladera.
Si, si, linda la cháchara... y la
receta??
Acá está:
Vas a necesitar:
Hígado de pollo: 600g aprox
1 cebolla grande o 2 chicas
6 o 7 dientes de ajo
Vino tinto (para el paté, mas o menos
una taza. Para el cocinero, queda a criterio)
Manteca:150g aprox
Sal
Pimienta negra
Pimienta blanca
Laurel
Romero
Tomillo u orégano
Romero
otra especia que te guste
Estas son las dos bandejitas que
compré. Los puntitos amarillos son reflejo de la luz, no te asustes.
Sucedió que estaba cocinando varias cosas a la vez y no le dediqué
mucho esmero a las fotos; lo suficiente como para poder compartirlo.
Lo primero que tendrás que hacer es
limpiar los hígados; sacándoles la grasa y fibritas.
Luego pelar y cortar la cebolla y el
ajo. No necesita que lo cortes super chiquito, porque luego irá
procesado.
Cuando tienes esto listo, doras bien la
cebolla en un poco de aceite y un poco de manteca. A medida que la
cebolla está empezando a dorarse le agregas el ajo (que se dora más
rápido).
Cuando estén dorados le agregas los
hígados en pedazos (sin ningún arte en el corte) y los cocinas
apenas.
Un par de minutos después le agregas
vino tinto (mas o menos una taza, pero eso lo irás viendo).
Lo condimentas con sal y
todos los condimentos que mencioné arriba.
Yo además le agregué
éste, que me gusta mucho. Es una mezcla de hierbas.
A esta altura ya puedes oler lo rico
que quedará.
Luego de un rato, cuando veas que el
hígado está bien cocido, la cebolla blanda y el alcohol del vino se
evaporó, está listo para procesarlo, junto con la manteca.
Con el aparato que tengas: yo primero
lo hacía en la licuadora de vaso, que era lo que tenía. Luego con
un mixer manual, hasta que finalmente evolucioné a mi amada
procesadora.
Al quedar con “juguito”, y
derretirse la manteca por el calor de la preparación, es fácil
hacerlo hasta con la licuadora.
Así que vuelca la preparación de
hígados en alguno de los tres, y le vas agregando manteca de a poco
mientras se procesa. No te olvides de quitarle antes el laurel y
cualquier otra hierba con tallo que le hayas puesto antes de
procesarlo!
En este video te muestro la textura que
le queda en caliente. Parece muy líquida, pero cuando se enfría
toma más consistencia.
Tip: Yo te recomiendo que lo pruebes
así; pero si de todas formas no te gusta el hígado, lo puedes hacer
con carne de pollo.
Me encantaría leer tus comentarios o
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Me encanta este paté Daniela, lo he hecho varias veces. Se me dificulta mucho conseguir los hígados de pollo, pero cuando encuentro hago. Un truco que vi para que el hígado no quede fuerte (a mi tampoco me gusta el hígado) es dejarlo unas horas en leche. La leche se irá tiñendo de rojo y los hígados palidecen. Queda muy bien. También con la cebolla pongo un poco de panceta y eso ayuda a poner menos manteca, pero es cuestión de gustos. Beso grande.
ResponderEliminarHola! Gracias por compartir tu experiencia. Es nuevo para mi lo de remojarlo en leche. Yo como le pongo bastante cebolla y la cocino bien, me queda suave y dulzón. Tal vez la próxima pruebo, para ver la diferencia.
EliminarLo que sí hago siempre es enjuagar los hígados en agua, por una cuestión microbiológica, pero es pura maña.
Saludos!