A partir de un comentario que me hizo
María en Facebook, preguntando como hacer para que un caldo no
quedara insulso, se me ocurrió escribir este post, que es un poco la
respuesta a María.
Espero que lo aproveches tu también, y
si quieres que escriba sobre algún tema en particular, me lo digas
en la sección de comentarios debajo de este post o cualquier otro.
Lo que llamamos “sabor” es algo
bastante complejo; es una mezcla de sabores y aromas, por lo cual,
cuantos más incluyas en el caldo, mejor. Por supuesto con un poco de
criterio y coherencia ;-)
Para mi, hay varios puntos clave en esto:
El primero, es como decía, ponerle
ingredientes de sabores variados: por ejemplo, la zanahoria, el
boniato, el chochlo y la calabaza le dan sabor dulzón, carnes le dan
umami... cebollas y toda su familia... En fin, las que quieras.
El segundo punto es el salteado. A mi
en una sopa nunca me falta la cebolla y el ajo, siempre bien dorados.
Y si me queda el fondo de la olla un poquito marrón, mejor aún: al
enjuagarse con el agua le da muy buen sabor . El color dorado es
producto de dos reacciones químicas: de la caramelización de los
azúcares y de la reacción de maillard entre azúcares y
aminoácidos, como pasa en el dulce de leche o los bizcochos. Claro
que hablo de “marroncito” y no de “negro” En este caso, por
el tipo de compuestos que se forman, el caldo quedaría con sabor
amargo, y además estos compuestos oscuros son nocivos para la salud.
Si usas algún tipo de carne, también
se puede dorar un poco, y los huesos le van muy bien, desgrasándolos antes.
El otro factor clave son las especias.
En la cocina uruguaya usamos muy pocas, y que en mi opinión no son
las que le van mejor a una sopa. A mi me encanta tener todas las
especias que se cruzan en mi camino. Luego al cocinar voy destapando
y oliendo frascos; “esta si, esta no...” No tengas miedo de
probar. Te sugiero enebro, cardamomo, pimienta negra, all spice y el
ajo frito, que se puede comprar ya preparado.
Lo ideal es muy poquito de cada una. Yo
en una olla grande de sopa le pongo dos bayas de cada una por
ejemplo.
Lá última clave para mi es un poquito
de aceite de oliva extra virgen. Si no salteaste la cebolla antes,
puedes ponerle un chorrito en crudo (que por supuesto es más sano
también) Mi favorito y el que uso es éste.
No es necesario que apliques todo esto
junto para que te quede sabroso, pero cuanto más, mejor. Y si aún
así no te convence, puedes ponerle una pizca de glutamato (su nombre
comercial es aji no moto), que es el compuesto que le aportan las
algas a los caldos japoneses, realzando los sabores, sobre todo el
umami.
¡¡Seguro que con esto se sobrelleva
mucho mejor el invierno!! ;-)
Me encantaría que me contaras como te
quedó aquí en los comentarios.
Hasta la próxima!
Hice el caldo y me quedó exquisito. Sellé unos cortes de nalga, los retiré, agregué un poco más de aceite e hice un sofrito de puerro, cebolla y ajo. A eso le agregué la verdura (zapallo, zanahoria, papa, boniato) y la carne y llené la olla con agua con agua fría. Las especies fueron granos de pimienta, cardamomo y sal. Dejé que hirviera un buen rato. Qué rico! Ayer con ese caldo hice una rica sopa de cebolla tipo francesa con la tostada arriba.
ResponderEliminarAh, también hoja de laurel y romero.